A continuación dejo un interesante articulo escrito por Jose Luis Cardero sobre los barqueros de los muertos y como aun hay familias que tienen la tarea de transportar a los espíritus a través del mar.
Las leyendas bretonas hablan, así, del pescador de Cap-Sizun que, por la noche, siente llamar a su puerta. Ha de levantarse y coger su barca cargada de almas invisibles, navegando luego con ellas hasta la isla de los Muertos, la Île-de-Sein, para dejarlas allí.
El denominativo Tremener (El barquero) designa aun hoy a ciertas familias en las que este terrible encargo se transmite de padres a hijos, sin que se pueda renunciar a su desempeño forzado.
La Baie des Trépassés (bwe an Anaon, en idioma bretón) donde las terribles tempestades del Raz de Sein suelen arrojar con frecuencia los cuerpos de los ahogados, se considera como el punto de partida para el Otro Mundo, tradición que vendría tal vez de la costumbre de embarcar aquí los restos de los druidas muertos para conducirlos hasta su sepultura en la isla de Sein.
Las tradiciones locales siempre han considerado estos lugares como un punto de paso entre nuestro mundo y un continente misterioso, llamado por los celtas Tierra de los Jóvenes, la Isla Lejana, la Isla de Avalon, la Tierra de Promisión de los Santos, el Palacio de Cristal más allá del mar, o bien, simplemente, la Bretaña del otro lado del Océano.
En todo el Cap Sizun pueden encontrarse, así, segun las leyendas, seres fantasmales que recorren las soledades de la tierra y el mar.
Pueden ser fuegos sobre el Océano, luces inexplicables que señalan la presencia de ánimas peligrosas, como las temibles Kannerezed nor o Lavanderas de la noche, o de otras más pacíficas como las Anaon.
El asunto de los barqueros de los muertos es antiguo. Existe una leyenda sobre la cuestión, recogida por Procopio de Cesarea, que dice como sigue:
Hablando de la isla de Brittia, considerada como morada de los muertos.
"Los habitantes de este lugar...dicen que les toca por turno la obligación de transportar las almas....Y a altas horas de la noche sienten que llaman a sus puertas y oyen una voz imprecisa que los convoca a la tarea. Y ellos, sin titubear un momento, saltan del lecho y se encaminan a la playa, sin comprender la necesidad que les empuja a hacer tal cosa, pero, con todo, impelidos a ello. Ahí ven esquifes ya dispuestos sin que haya nadie en ellos; sin embargo, no son los suyos propios, sino otros distintos, en los cuales se embarcan y echan mano de los remos. Y sienten que los botes van cargados con un gran número de pasajeros y los mojan las olas hasta el borde...Sin embargo, no ven nada y despues de una hora de remar, atracan en Brittia. Sin embargo, cuando hacen el viaje en sus propios esquifes, sin usar velas sino solo remos, difícilmente hacen el trayecto en una noche y un dia. Así que han llegado a la isla y descargado, parten a toda velocidad, con los botes vueltos repentinamente ligeros y levantándose por encima de las olas...
Fuente:
http://www.joseluiscardero.com/pivot/entry.php?id=22
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